El hallazgo de una recién nacida en un cartón cerca de un basurero es el más reciente caso de abandono de bebés en Ecuador, que motivó a unas monjas a crear una “Cuna de vida”: una ventanilla en la que las personas, amparadas en un anonimato inicial, pueden dejar a los infantes no deseados.
Solo este año se encontró a tres recién nacidos en un cubo de basura en Guayaquil (suroeste) y el cadáver de uno, en otro contenedor de basura en Quito.
En el marco del programa “Bebés en el cielo”, en 2018 se realizó en Quito el sepelio de 36 fetos y recién nacidos abandonados en diferentes circunstancias en las provincias de Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua.
La monja polaca Ewa Pilarska, integrante de la congregación de las Hermanas Benedictinas Misioneras, también relató a Efe el caso de un recién nacido abandonado en Cuenca (sur), que fue devorado por los perros en 2017.
Una cruda realidad que les motivó a ofrecer un lugar seguro para los infantes sin exponer ni juzgar a las madres.
EFE