Una joven de Ecuador llamada Karen, de 18 años de edad, tenía dolores en el vientre y pensó que estaba embarazada.
La chica se había mudado con su novio y sus suegros, pero la pareja no había tenido relaciones íntimas. Así que cuando consultaron a un ginecólogo, descubrieron que Karen en realidad tenía tres semanas sin ir al baño.
La dama explicó que el haberse mudado le generó pena en usar el baño, y que además, su pareja había soñado que ambos sostenía relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos, pero en realidad ninguno había intimado aún y ella seguía siendo virgen.
Karen tenía excrementos acumulados en 21 días que le dieron la sensación de pesadez en el vientre y por ello creyó que estaba encinta.