Nissan anunció cierre de su fábrica en Barcelona

La empresa presentó los peores resultados económicos en 20 años

El fabricante japonés de vehículos Nissan Motor anunció este jueves el cierre de su planta en Barcelona, donde trabajan cerca de 3.000 personas, durante la presentación de sus peores resultados empresariales en dos décadas.

El presidente de la compañía, Makoto Uchida, dio a conocer esta medida al informar sobre los resultados correspondientes al ejercicio 2019, que incluyen unas pérdidas netas de 671.216 millones de yenes (5.662 millones de euros/6.225 millones de dólares) debido al impacto del coronavirus.

Uchida, en una breve mención a las instalaciones en Barcelona al anunciar el reajuste de las operaciones de Nissan en diversas zonas, dijo que para esa planta se habían estudiado "varias medidas", pero la firma ha decidido cerrarla, sin precisar cuándo será.

"Es una decisión muy difícil, pero tenemos intención de cerrarla y comenzaremos las discusiones y preparativos para aplicar esta medida", afirmó Uchida en una videoconferencia de prensa desde la sede de Nissan en Yokohama, al sur de Tokio.

"La decisión se ha tomado hoy. Tenemos que hablar con los empleados y con el Gobierno relevante", explicó el ejecutivo al ser preguntado sobre esta medida, de la que dijo que no podía dar más detalles por ahora.

Uchida anunció, asimismo, el cierre de otra planta en Indonesia y el mantenimiento de su producción en Reino Unido, entre otras medidas con las que la empresa aspira a hacer "sus operaciones significativamente más rentables".

En julio pasado, Nissan anunció su intención de desprenderse en los próximos años de 12.500 empleados, cifra que hoy recordó Uchida, pero señaló que la forma en la que se llegará a eso depende de las conversaciones con los sindicatos y con las partes respectivas.

Reacción europea

El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, ha asegurado que no existe "ninguna solución viable de futuro" para las instalaciones productivas del grupo en Barcelona, descartando así la posibilidad de que la compañía japonesa dé marcha atrás a su decisión de cerrarlas a partir de diciembre.

Por contra, ha asegurado que las plantas que el grupo japonés tiene en Ávila (430 empleados) y Cantabria (535 trabajadores) seguirán operando "hoy y mañana" bajo el paraguas de Nissan, ya que cuentan con proyectos industriales propios "ajenos" a los de Barcelona.

En concreto, el cierre afectará a los centros que Nissan tiene en Barcelona -Zona Franca (fábrica de furgonetas), Montcada i Reixac (ejes) y Sant Andreu de la Barca (suspensiones y bastidores)-, así como a los centros de I+D, recambios, distribución y compras, también en la Zona Franca. En total, estas áreas suman unos 3.000 trabajadores.

Quedarán al margen del periodo de consultas que ahora se abrirá con sindicatos: Ávila (fabrica piezas de recambio para la alianza Renault-Nissan), Cantabria (fundición) y la unidad de Márketing y Ventas, ubicada en Barcelona y encargada comercial de la marca en España y Portugal, según Frank Torres, quien fuera máximo responsable de Nissan España y elegido por la marca para capitanear las negociaciones.

En rueda de prensa virtual, De Ficchy ha atribuido la decisión de cerrar Barcelona al exceso de capacidad de producción del grupo por la caída del mercado de furgonetas, ante las medidas de movilidad adoptadas en muchas ciudades; así como a que Mercedes optara por dejar de producir la Clase-X en la planta de Nissan en de mayo de este año.

El directivo ha subrayado que estaba previsto que Mercedes fabricara en Barcelona esta "pick up", que suponía el 57% de la actual carga de trabajo de la planta, hasta finales de 2027, a lo que ha añadido que en los últimos meses la fábrica trabajaba ya a un 20 % de su capacidad.

"Estaba previsto que este nivel de utilización se redujera aún más y, en las actuales circunstancias de mercado, la adjudicación de un nuevo moldeo no sería suficiente para hacer rentable y sostenible la fábrica de Barcelona", ha asegurado Ficchy, quien ha agradecido el apoyo recibido desde el Gobierno y la Generalitat para intentar buscar una solución para la planta catalana.

No obstante, ni si quiera las ayudas que estaban dispuestas a poner sobre las mesa ambas administraciones permitirían dar un futuro viable a la fábrica, según el ejecutivo, quien, no obstante, ha rehusado cuantificar cuál habría sido la inversión necesaria para mantener abierta la fábrica.

Varios de los trabajadores hicieron acto de presencia en la fábrica de Barcelona para conocer el futuro dentro de la compañía y manifestaron estar en contra del cierre de la misma.

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