Niño fue enterrado en el Vaticano porque así lo pidió

El pequeño Tomás falleció de 11 años a causa de un cáncer.

Un niño argentino que murió con 11 años debido a un cáncer, descansa como había deseado junto a Francisco, ya que sus cenizas se encuentran en el cementerio alemán del Vaticano a pocos metros de la residencia del pontífice.

La historia de Tomás, la publicó este viernes el diario "La Stampa" que ha podido confirmarla directamente del papa Francisco que describe la vida de "Tomasito como una fuente de amor y calor".

El periódico explica que las cenizas del pequeño se encuentran en este cementerio desde 2015, después de que el mismo Francisco pidió los permisos necesarios para su traslado desde Buenos Aires al camposanto vaticano.

Según "La Stampa", Tomás era sobrino de la secretaria del vicario general del Arzobispado de Buenos Aires, Monseñor Joaquín Mariano Sucunza, y llegó a conocer a Jorge Bergoglio en un par de ocasiones cuando este era el arzobispo de la capital Argentina.

Después cuando Jorge Bergoglio se convirtió en papa, el niño, según recoge el periódico, expresó como último deseo poder ser enterrado cerca del papa argentino que tanto admiraba.

"Lo único que quería es estar cerca de mí, que lo enterrasen en el Vaticano", aseguró el papa al diario.

"Hoy la urna con sus cenizas se encuentra donde él quería. Su mamá ha venido hasta aquí y cuando tuvo otro hijo, también trajo al hermanito", relató el pontífice, según publica "La Stampa".

Los restos del pequeño se encuentran en el Cementerio Teutónico, dentro de los muros vaticanos, donde una vez estuvo el llamado Circo de Nerón, lugar de martirio de muchos de los primeros cristianos, y que posteriormente pasó a ser propiedad de una fundación alemana.


EFE

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