Manifestantes prenden fuego a una estación de Policía en Mineápolis

El presidente estadounidense, Donald Trump, criticó la violencia que se generó durante las protestas

Miles de personas participaron este jueves en la tercera noche consecutiva de protestas en Mineápolis (EE.UU.) por la muerte a manos de la Policía del afroamericano George Floyd, movilizaciones que derivaron en la quema de una estación de Policía, disturbios y saqueos.

Durante la jornada, las manifestaciones se extendieron no solo por Mineápolis sino también en la vecina Saint Paul, conocidas como "Twin Cities".

Los reproches aumentaron después de que el fiscal del condado de Hennepin -con jurisdicción sobre Mineápolis-, Mike Freeman, compareciera este jueves para anunciar que no tiene intención, de momento, de imputar cargos ni de detener al agente responsable de la muerte de Floyd, Derek Chauvin.

"Hay otras pruebas que no respaldan un cargo penal. Necesitamos sopesar todas esas pruebas para llegar a una decisión coherente, y lo estamos haciendo lo mejor que podemos", dijo Freeman a los medios.

De poco sirvió para calmar los ánimos que el comandante de la Policía de Mineápolis, Medaria Arradondo, que ya ha despedido a Chauvin y a otros tres agentes implicados, pidiera perdón a la familia de Floyd.

Por su parte, el gobernador de Minesota, el demócrata Tim Walz, activó la Guardia Nacional -un cuerpo reservista militar-, que desplegó a medio centenar de soldados por la ciudad ante luego confirmado de una nueva noche de caos. Es la primera vez en 34 años que Minesota activa a la Guardia Nacional por protestas.

Con la caída del día, los saqueos e incendios proliferaron por la ciudad mientras miles de manifestantes se agruparon alrededor de la estación de Policía del Tercer Precinto de Mineápolis, convertida en un símbolo de la protesta por la muerte de Floyd, de acuerdo a reportes del periódico local Star Tribune.

En un momento dado, los manifestantes lograron prender fuego a la estación policial, que ardió en llamas ante el festejo de muchos, que incluso lanzaron fuegos artificiales.

En un mensaje en Twitter, la Alcaldía de Mineápolis pidió a los manifestantes que se retiraran de la zona por si "explota el edifico", en cuyo interior habría material explosivo.

La Guardia Nacional, por su parte, anunció en una serie de tuits estar lista para actuar.

Antecedentes

Floyd, de 46 años, falleció el lunes pasado por la noche después de ser detenido bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado. En videos grabados por transeúntes aparece Chauvin con la rodilla sobre su cuello durante minutos.

"Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor", se escucha a Floyd, mientras el hombre agoniza.

El "no puedo respirar" de Floyd se ha convertido, precisamente, en el grito de la protesta que vuelve a poner en evidencia la violencia policial contra los afroamericanos en Estados Unidos.

Respuesta presidencial

El mandatario nacional, Donald Trump, llamó el viernes a los manifestantes en Minneapolis “matones” y dijo que “cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo”, generando poco después otra advertencia de Twitter por su retórica.

Trump tuiteó después de que los manifestantes, indignados por la muerte de un hombre negro bajo custodia de un oficial que le aplastaba su cuello con la rodilla, incendió una estación de policía.

El lenguaje de Trump se volvió más agresivo a medida que la violencia estalló en Minneapolis el jueves por la noche: “Estos matones están deshonrando la memoria de George Floyd, y no dejaré que eso suceda”, tuiteó. “Solo hablé con el gobernador Tim Walz y le dije que el ejército está con él todo el tiempo. Cualquier dificultad y asumiremos el control pero, cuando comience el saqueo, comenzará el tiroteo. ¡Gracias!"

Twitter agregó una advertencia al tuit de Trump sobre las protestas de Minneapolis, diciendo que violaba las reglas de la plataforma sobre “glorificar la violencia”. A principios de esta semana, aplicó verificaciones de hechos a dos de sus tweets sobre boletas por correo.

Más temprano, Trump había lamentado la muerte de Floyd a manos de la policía: “Me siento muy, muy mal. Es muy impactante”. El presidente de los Estados Unidos se refería al video en el que George Floyd pierde la vida al ser reducido por un policía, que aplasta su cuello con su rodilla tras reducirlo y mientras los tiene esposado y boca abajo sobre el asfalto.

Pero el tono de Trump cambió a medida que se reiniciaron las manifestaciones. Algunos activistas dudan de que haya cambiado de opinión repentinamente sobre el tema de la brutalidad policial y en cambio ven los cálculos políticos del año electoral: “Este es el primer caso teñido de raza que le escuché hablar” como presidente, dijo el reverendo Al Sharpton, un activista de derechos civiles y crítico de Trump que conoce al presidente desde hace décadas. “Por lo tanto, no puede molestarse cuando la gente siente que son palabras vacías porque está muy fuera de lugar”.

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