Johnson hace un llamado para seguir combatiendo al racismo

El primer ministro británico solicitó que cualquier manifestación se realice en paz y sin alteraciones del orden público

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha pedido al Reino Unido que trabaje "en paz" y "legalmente" para combatir el racismo y la discriminación, después de las protestas antirracistas del pasado fin de semana en el país.

Tras la conmoción por la muerte de George Floyd en EE.UU., miles de personas asistieron a las manifestaciones que se realizaron en varias ciudades del Reino Unido como Londres, Bristol, Manchester, Edimburgo y Glasgow, y en el caso de la capital británica, desembocaron en enfrentamientos con la Policía.

En un artículo hoy en "Voice", publicación dedicada a la comunidad afrocaribeña, Johnson dijo que el Gobierno no ignorará el malestar y el "innegable sentimiento de injusticia" que la muerte de George Floyd en Estados Unidos ha provocado en todo el mundo.

El jefe del Gobierno consideró que la reacción a la muerte de Floyd puede resultar perjudicada por una minoría que ataca a las fuerzas del orden o causan daños materiales.

El líder conservador admitió que el Reino Unido aún tiene mucho más por hacer para afrontar el racismo.

El primer ministro británico subrayó que el caso de Floyd ha despertado la injusticia y la discriminación que sienten los grupos étnicos minoritarios y afrocaribeños en la educación o el empleo.

"Simplemente no podemos ignorar la profundidad de las emociones" provocadas por "un hombre negro que pierde la vida a manos de la Policía", agregó Johnson, y admitió que quienes gobiernan no pueden ignorar estos sentimientos que el caso ha provocado.

"Sinceramente, tenemos que reconocer que hay mucho por hacer, en erradicar el perjuicio y crear oportunidad, y el Gobierno que yo lidero está comprometido a hacer ese esfuerzo", dijo.

Al mismo tiempo, Johnson criticó a quienes provocaron daños materiales al afirmar que perjudican la causa legítima por la que muchas personas se han manifestado.

Al menos 35 policías resultaron heridos durante las protestas antirracistas que tuvieron lugar este domingo en Londres, en las que otras 36 personas fueron detenidas, según el Ejecutivo.

Además, una manifestación en la ciudad inglesa de Bristol terminó con el derribo de la estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston, un controvertido monumento de bronce erigido en 1895 en el centro urbano, que los participantes derrocaron con cuerdas y llevaron rodando por las calles hasta arrojarlo al puerto.

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