Japón tiene cinco problemas para asegurar crecimiento

Peter Payne lleva poco más de 20 años viviendo en tierras niponas, y estableció un negocio. En su blog, encontró detalles que impedirían al país avanzar tras la pandemia

El estadounidense Peter Payne se estableció en Japón en el año 1996. Desde allí montó una tienda online llama J-List, donde vende artículos relacionados al anime.

El sitio tiene un blog donde Payne describe sus experiencias en la sociedad japonesa y otras cosas. En una reciente entrega, identificó cinco problemas que impedirían que el país pueda seguir creciendo económicamente, y ninguna de ellas guardan relación con el coronavirus, aunque sí darán dificultades post pandemia.

La primera causa es la baja tasa de natalidad; un problema con el que Japón lleva años lidiando. El país tiene una de las frecuencias de nacimiento más bajas, con 1.4 partos por mujer, por encima de Portugal, España, Italia y Corea del Sur.

Esto ha hecho que la población japonesa tenga disminuciones en su demografía. En 2008, alcanzó su pico en 128 millones, sumando también a la baja inmigración que hay en el país, lo que hace que las empresas no encuentren trabajadores adecuados para ocupar puestos.

Un foráneo debe tener un título de al menos cuatro años, aunque cualquiera sirve, pero las áreas técnicas son las que más demandas tienen. El gobierno japonés hizo algunos cambios para que áreas como construcción tengan bastante mano de obra extranjera.

La causa número dos que enfrenta Japón para el crecimiento económico es la falta de sucesión en los puestos. Payne dijo que una carnicería que solía visitar cerro en mayo porque su dueño cumplió 80 años y se jubiló, pero sin dejar a nadie a cargo para que continúe el negocio.

Payne expone que esta falta podría hacer estallar una crisis en el país, porque al menos el 60% de los negocios pequeños y medianos no tienen una nueva generación que los dirija. También relata que la mayoría de las familias tienen uno o dos hijos y frecuentemente, ninguno de ellos se hace cargo de heredar las labores de las tiendas.

El tercer problema que Payne pone sobre la mesa es la falta de emprendimientos en Japón. Alega que lamentablemente no son muchos los jóvenes que inician un negocio propio o no tienen la mentalidad para ejecutarlo. Relató que él personalmente tomó la mejor decisión creando J-List y JAST USA, al renunciar a su empleo de maestro de ESL.

En cuarto lugar, el relator asegura que hay fallas en la sociedad japonesa para poder incrementar la productividad y al parecer, en tiempos recientes, adoptaron una actitud relajada, algo que podría estar bien, considerando que Japón es un país que tiene una tasa elevada de suicidios, muchos de ellos, relacionados al estrés social.

El último problema que Payne halló es que el sistema educativo requiere reformas. Actualmente, Japón mantiene un sistema de pruebas de admisión a universidades adoptado de China, donde los jóvenes buscan conseguir becas y así, trabajos dentro del gobierno.

Pero con la relajación que está teniendo lugar en tierras niponas, este sistema debe ser reformado pues está en peligro de quedar obsoleto. Quedaría en manos de los legisladores japoneses hacer algo.

 

Juan Afonso

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