EE.UU. se enfrenta a invasión de las avispas más grandes del mundo
06 de mayo, 2020
Estados Unidos sigue inmerso en la pandemia del COVID-19 y, por si fuera poco, ahora debe enfrentarse a una nueva amenaza que, curiosamente, también llega desde Asia: el avispón asiático gigante (Vespa mandarinia).
Se trata de la avispa más grande del mundo. Es originaria de Japón, pueden llegar a medir 5 centímetros de longitud y tener una envergadura de alas de unos 7,5 centímetros. Presentan una coloración naranja y marrón, son agresivas y poseen un potente veneno.
Apicultores y expertos estadounidenses están preocupados por las colmenas de abejas de su país, porque estas avispas gigantes son capaces de eliminar una colmena de abejas en cuestión de horas gracias a sus potentes mandíbulas.
Según indicó The New York Times, el hombre que dio la voz de alarma de su presencia en Estados Unidos se encontraba en su hogar cuando vio que sus abejas habían sido decapitadas.
El suceso ocurrió en el estado de Washington (EE.UU.), lugar donde el apicultor descubrió que el culpable había sido el llamado “avispón gigante asiático” o apodada “avispa asesina”.
Estos insectos matan a las abejas decapitándolas y volando con los cuerpos para alimentar a sus crías.
Pero, la preocupación es doble porque esta avispa mata a unas 50 personas cada año en Japón, ya que poseen un veneno muy potente.
Las picaduras de estas avispas pueden llegar a ser letales para algunos humanos, incluso si no son alérgicos a las abejas
También en Canadá
Estos avispones también se han detectado en la provincia de la Columbia Británica en Canadá, a unos 16km de los avistamientos en el estado de Washington.
Conrad Bérubé, apicultor y entomólogo, fue seleccionado para acabar con el insecto en la región canadiense. Pero, aunque iba ataviado con un traje de apicultor y unas férulas de Kevlar en los tobillos y muñecas fue atacado por una colmena de estas avispas, recibiendo hasta siete picaduras. “Fue como tener chinchetas al rojo vivo en mi piel”, explica.
Los ataques grupales de estas avispas pueden exponer a sus víctimas a dosis de veneno equivalente al de una serpiente, por lo que varias picaduras pueden llevar incluso a la muerte
Bérubé consiguió su propósito y eliminó la colmena, pero al día siguiente tenía un gran dolor en las piernas como si hubiera contraído la gripe. Berubé afirmó que eran las picaduras más dolorosas que había sufrido en toda su vida laboral.