El gobierno de Estados Unidos incluyó este jueves en su lista negra de sanciones al responsable de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, en el marco de la campaña de presión con la que Washington pretende que el régimen de Teherán renuncie a sus ambiciones nucleares.
La medida implica la congelación de cualquier activo que Salehi pueda tener bajo soberanía norteamericana, así como límites a las transacciones y contratos con uno de los principales responsables de la industria nuclear iraní, en el punto de mira desde hace décadas.
Washington acusó a Salehi de haber “jugado un papel importante en el incumplimiento de Irán de sus compromisos nucleares claves, al exceder los límites de almacenamiento de uranio y el nivel de enriquecimiento”.
“Vamos a supervisar de cerca todo”, advirtió, y aseguró que el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, puede “poner fin a estos proyectos” en cualquier momento en caso de no cumplir con lo establecido.