Deyna Castellanos es el máximo referente que tiene el fútbol femenino venezolano y cuenta con apenas 21 años de edad.
Sus brillantes actuaciones en los sudamericanos sub-17 de 2013 y de 2016, la llevaron a estar en ojos de todo el mundo por las brillantes habilidades que muestra en la cancha. En esas dos ediciones del torneo juvenil continental, se convirtió en la goleadora. Lo mismo, pudo conseguir en la edición del Mundial Femenino de esa categoría disputada en 2014 y fue tercera en 2016.
Ahora, tras haber culminado sus estudios universitarios en Estados Unidos, concretamente en la Universidad de Florida State, saltó de lleno al fútbol profesional en 2020, recalando en el Atlético de Madrid.
Castellanos reflexiona un poco sobre cómo ha conseguido todo esto siendo tan joven. “A mí todo me ha venido muy joven. Empiezo la universidad con 16 años; termino con 20. Quemar esas etapas era bastante importante para mí. Era mi infancia, mi niñez y no quería que se perdiera. Además, la educación para mí es algo sumamente importante. Para cualquier jugador de fútbol, a nivel masculino, su primer contrato ya es millonario. Nosotras no tenemos esa realidad, así que para mí una de las prioridades era poder estudiar en una universidad, ya que eso me abre muchas puertas en la vida".
Pero sus verdaderos inicios se remontan cuando tenía 5 años de edad. Fue su madre la que la incentivó a buscar alguna actividad para que drenara toda la energía que tenía. Queríamos cansarla un poquito, la verdad", recordó doña Irene declarando al medio EFE. "Deyna de niña era activa, inquieta, enérgica y audaz; a veces temeraria. Me causaba gracia lo increíble que era verla jugar y dejar a todos los niños detrás. Era muy rápida y, una vez que tenía el balón, le sacaba una ventaja enorme a los demás niños. Enseguida los papás de los otros equipos decían: 'perdimos, eso es gol'".
Tras poco más de un año en España, Deyna asegura que se siente bien estando allí. "En Madrid me siento muy en casa. Tengo muchos amigos que, literalmente, me estaban esperando. Me decanté por el Atlético porque jugaba Champions, porque me identifico con sus valores y porque siento que voy a aprender muchísimo en el club".
Es apenas el primer año y ya puede decir que ha ganado la Supercopa de España. Más allá de eso, es campeona nacional en Estados Unidos, cuando estuvo militando en el fútbol femenino universitario de ese país. Y en distinciones individuales, ha cosechado tanto que se pierde de vista.
