La autoridad migratoria de Colombia ordenó este martes el cierre temporal de las fronteras para evitar el ingreso de extranjeros que puedan “alterar el orden público y la seguridad” durante el gran paro convocado para el jueves, 21 de noviembre, en contra del gobierno de Iván Duque.
La inusual medida “pretende evitar que extranjeros ingresen al territorio nacional con el ánimo de alterar el orden público y la seguridad”, agregó.
El gobierno colombiano ha expulsado desde el jueves a al menos 15 venezolanos que acusa de querer infiltrar las marchas contra el presidente, sin precisar el tipo de actividades que presuntamente planeaban.
El paso por límites terrestres y fluviales con Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil se prohibirá a partir de la medianoche de este martes y se reabrirán a las 05.00 de la tarde del viernes, indicó la entidad en un comunicado.
La frontera de 2.200 kilómetros con Venezuela está cerrada desde febrero por orden del mandatario venezolano Nicolás Maduro, aunque por los puentes y pasos irregulares cruzan a diario caminando miles de personas para abastecerse, trabajar o estudiar.
Sindicatos, estudiantes e indígenas, apoyadas por las fuerzas de la oposición, pretenden ejercer presión en las calles sobre el gobierno conservador de Duque, que luce debilitado a un año y medio de su posesión.
Duque afronta un paulatino descontento social por sus propuestas económicas y la política de seguridad enfocada en la represión de los narcocultivos, además de su intento de modificar el pacto de 2016 que llevó al desarme de las Farc, que fuera la guerrilla más poderosa de América.
El llamado paro nacional ha generado una especial expectativa por la convulsión social que, sin denominador común, ha sacudido al continente desde Ecuador hasta Chile, pasando por Bolivia.
Duque ha denunciado campañas de desinformación que buscan incitar a la violencia durante la movilización.